El arroyo de La Covacha quiere construir un delta entre la piedra de seda para hacer que su nombre resuene en toda la tierra, ¿pero no sabes brillante río que ya eres grande porque compartes el agua eterna que llega hasta el océano? ¿No sabes que tu nombre se canta en la charca que estás construyendo desde hace siglos con el divino nombre de la diosa del amor?
Los Baños de Venus se llama este remanso de agua que pausa el acelerado ritmo del arroyo en la sosegada piscina donde la diosa se baña. La pared de roca brilla de esplendor y de luz en tonos dorados y verdes, es la música que compone la naturaleza entre colores, iluminación, melodías de aves que pasan y se detienen a calmar su sed o reflejar su plumaje en esta ensoñación de siglos concentrados en el instante en el que el montañero posa para la fotografía.
El cielo quiere también construir un ramillete de azul y blanco para depositarlo en las aguas transparentes de esta charca de montaña, que para siempre será un canto amoroso de la naturaleza entera reunida en este punto de la Sierra de Madrid, que para siempre será un punto de cristal en el espejo inmenso de la tierra poblada de belleza, que para siempre será el amor musical de las innumerables rutas que seguimos los humanos por los caminos de la vida en busca siempre de la libertad, de la paz, del amor...
Javier Agra.
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