Amanece sobre el
Guadarrama mientras avanzamos presurosos por las carreteras de Madrid. Nos
quedan unos cuantos kilómetros antes de aparcar el coche en las entrañas de
Picos de Europa en Asturias.
El muy conocido santuario de la Virgen de Covagonda y su entorno.
Nos
detuvimos en Covadonga para visitar el Santuario, la gruta, el entorno precioso
a mis ojos y a mi corazón. Ya hace un buen rato que dejamos atrás el ocre color
castellano de este larguísimo tiempo absolutamente seco; las tierras de León se
van poblando de retoños verdes y arbolado entre los túneles que encaminan el
vehículo hasta Asturias.
Estos días ya se puede
llegar en coche hasta los Lagos de Covadonga sin más problemas que los que la
carretera esconde; durante los meses de verano necesitaríamos permiso especial
o también reserva de algún Refugio de montaña. Justo al iniciar el Lago Enol se
termina el asfalto para torcer por una pista de tierra camino del aparcamiento
de Pan de Carmen, donde hemos de dejar la comodidad del coche e iniciar una pequeña
marcha hasta el Refugio de Vegarredonda.
Como dato, añado que
poco después de iniciar el camino de tierra que dicho tengo, encontramos, en un
hermoso y abierto paraje, el Refugio de la Vega de Enol, con más comodidad para
llegar y alojarse, o acaso para pasar el día y regresar la misma jornada.
Puente
Redimuña sobre el río Pomperi.
En Pan de Carmen
aparcamos el coche, cargamos con nuestros macutos e iniciamos el camino. Atrás
han quedado diversos miradores más allá del Monte de Pome por el que bajamos
entre serenas curvas.
Enseguida entramos por
el sendero hasta Vega Huerta con el Pozo del Alemán y el río Pomperi regando fresnos,
hayas y abundosa vegetación. El terreno se hace ahora escarpado entre peñascos
y arbolado. Los montañeros tenemos suerte porque el sendero va trazando
cerradas revueltas que nos permiten ascender entre el sosiego y el asombro.
Llegamos
a Vega La Piedra. Nombre que está bien traído a este conjunto de rocas de
diferentes tamaños, pero donde abundan las enormes moles. El pedregoso sendero
se ha mudado en verde y tupida alfombra de apetitosa hierba; apetitosa debe de
ser para el numeroso grupo de vacas que por aquí continúa pastando sin hacer el
menor caso de nuestras pisadas; sin duda están acostumbradas a compartir su
rumiar con el trasiego de los montañeros.
El Collado La Prida da paso a la Vega Canraso.
Pastan más vacas, nosotros
nos admiramos a cada instante de la belleza que aquí en Picos de Europa parece
que está puesta en dosis aumentada a cada trecho, para que los ojos no se
llenen de emocionadas lágrimas y el corazón no se rompa de embeleso. A nuestra
derecha las fornidas rocas del Porro Deu y las más extendidas montañas del Alto
los Gurbiñales. Vega Canraso tiene mucha humedad incluso en esta época seca, la
Fuente La Retorcida tiene surtidores activos que extienden sus aguas por la
amplitud de la vega que estamos recorriendo cosiendo el cauce del arroyo de
parte a parte.
En la
Rondiella también nosotros nos fotografiamos ante la vivienda establo
construida como hórreo.
Superamos en zigzag ascendente
Vega Canraso y Los Potrales, nos asomamos a la Rondiella con su edificación
característica fotografiada en tantas partes del mundo por los más variados
visitantes; la edificación es hoy una “ruina” de lo que fue una vivienda y
establo construido como hórreo con sus pilastras para separarlo del suelo
seguramente muy húmedo y acaso demasiado frío durante varios meses del año. En
esta zona sobreabundan las piedras, pero al sendero continúa bien marcado. Hace
ya un rato que acompañan nuestro sendero una hilera de piedras clavadas en el
suelo que sirven de orientación en caso de duda.
La Rondiella tiene
también numerosas cabañas, unas más cuidadas que otras; vamos conversando sobre
la oportunidad de mantener activas tales construcciones de cara a las vacas, a
los diferentes animales que por allí puedan hacer su vida, a las personas que
nos adentramos entre la admiración y la paz de estas montañas; en estas
conversaciones coronamos el Collado del Gamonal.
Desde el Collado del Gamonal divisamos el
Refugio ya cercano. Un poco más allá está el Refugio antiguo; en la fotografía
es esa pequeña edificación blanca de bóveda semicircular.
El Collado del Gamonal
suplica una parada a los montañeros y a cualquier caminante que hasta aquí se
adentre. Ante nosotros está el Refugio, aparece la grandiosidad en forma de
caliza brillante en diferentes cumbres y valles de Picos de Europa, el original,
risueño y mayestático Porru Bolu. Desde aquí hasta el Refugio de Vegarredonda
es un caminar de admiración y sonrisa, de libertad y de ensoñación.
Refugio de Vegarredonda.
Javier Agra.
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