jueves, 18 de febrero de 2021

MACHOTA ALTA


A veces, cuando camino por algún monte, me entretengo observando mis pisadas por si descubriera bajo ellas alguna antigua sombra de otros pies que pasaron por allí hace miles de años. Me detengo a escuchar conversaciones de los árboles y de las rocas por si reconociera enredados entre sus recuerdos palabras de nuestros antepasados.

Dejamos el coche en la Plaza de los Charcones, ahora buscamos la Calle de la Fuente del Rey y comenzamos a caminar. Estamos en Zarzalejo, pequeño pueblo de Madrid… pequeño es un término equívoco, pues si lo comparamos con Acisa de las Arrimadas, en León, donde comencé a nacer o con otros cientos de pueblos de Castilla y León no sería pequeño pues ronda los mil ochocientos habitantes.


Enebros. Acaso fuera más representativo poner aquí una zarza como en el escudo de la localidad, pero los enebros con su júbilo, entereza y quietud pueblan ahora estos montes.

Estamos en Zarzalejo, historiado pueblo, antaño perteneciente a Segovia, de donde salieron las piedras para construir el Monasterio de El Escorial. Conserva en su escudo el acueducto como uno de sus cuatro símbolos, los otros tres son el granito sobre el que sostiene el acueducto, una zarza y las dos Machotas.

Ya estamos calle de la Fuente del Rey adelante; apenas superadas las edificaciones, se divide en dos ramales, subimos por el que trepa a nuestra izquierda y comenzamos a ver señales del GR 10 que es mejor no dejar ya hasta el Collado de Entrecabezas. La ascensión es sosegada y rápida, de modo que la hermosura del paisaje muy pronto agiganta el corazón de los montañeros.


Castaño singular de la Fuente del Rey

Peñascales ingentes se levantan sobre nosotros para hacer de nuestras figuras diminutos caminantes en la inmensidad de la naturaleza. El entorno es espectacular, mi alma aún respira asombro cuando llegamos a la zona de los grandes castaños, uno de ellos está catalogado como árbol singular según acredita una placa a sus pies. Me siento a conversar sobre el pasado cuando los labradores trabajaron aquellos huertos en balcones sobre los que sembraron durante siglos y que hoy vigilan estos añosos castaños como testigos aguerridos contra la furia de la modernidad que arrasa lo viejo.

Fuente del Rey

Poco más allá está la Fuente del Rey con su nombre indeleble esculpido en roca antigua, sonido liviano de mansedumbre de agua, reguero permanente de recuerdos y añoranzas, palpitación sosegada de siglos y de nombres ya olvidados. El sendero monte arriba va empequeñeciendo los últimos castaños para dar paso a los enebros corpulentos y frondosos. También nos saludan los piornos ladera arriba jugando al escondite entre las rocas.

Atravesamos una cancela, antaño fue somier de cama, como presagio divisorio entre prados y montaña. Los enebros son árboles llenos de júbilo, entereza y quietud; los enebros dominan las laderas monte arriba y valle abajo. Allá arriba está el Collado de Entrecabezas pero aún hemos de pasar por la Fuente de Entrecabezas con su constante chorro de agua como una oración por la libertad y por la paz de toda la tierra.


Fuente de Entrecabezas.

Hacia la Machota Alta subimos dejando el muro a nuestra izquierda. El sendero por el que ascendemos es muy visible, poco menos de doscientos metros de desnivel más arriba estamos en la amplia meseta de la Machota Alta con espectaculares vistas hacia el monte Abantos, el Escorial, embalse de Valmayor, Madrid, alta Sierra de Guadarrama... Caminamos hasta la formación más emblemática que es la Peña del Fraile así llamada por razones que se entienden de inmediato.


Ante la Peña del Fraile.

Continuamos senderos por la cumbre mesetaria, ahora las vistas nos llevan en volandas hacia el Puerto de la Cruz Verde coronada por el Cerro San Benito, Robledo de Chavela, Pico de la Almenara donde termina la Sierra de Guadarrama, Gredos… Brillan de verdor y de agua los senderos por los que descendemos de nuevo al Collado de Entrecabezas para comenzar el ascenso a la Machota Baja.


Desde la Amplia meseta de la Machota Alta contemplamos el Monte Abantos, El Escorial, la sierra de Guadarrama…

La subida a la Machota Baja ya la conté hace muy pocas entradas de otra subida anterior y próxima en el tiempo. Ya me callo.

Javier Agra.

 

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