Mirad que serena
armonía de naturaleza y colores tiene nuestra Sierra de Madrid en torno a sus
arroyos cuando el verano apunta su primera mañana. Es una coreografía serena
para celebrar la vida como si escucháramos a Händel mientras la composición de
su Acis y Galatea por estos parajes de sosegado reposo. Los amores de ninfas y
pastores acoplan el verdor, el agua, la vida, los trinos canoros, las ramas
sedosas de los árboles, los tallos de los frágiles helechos en una sinfonía de sonido
y de luz en amorosa conjunción de paz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario