domingo, 12 de abril de 2020

DESDE LA BICICLETA: CABEZA MEDIANA




El Camino del Palero es una antiquísima senda de comunicación entre pueblos de Madrid pasando por el Puerto de Cotos y el Paular. Pedaleo esta jornada, desde la bicicleta estática, por aquellos lugares para extender mi espíritu. Llego al amplio Mirador de los Robledos en el momento en que el sol ilumina las cumbres en tonos malvas y amarillos con luz de inmensidad. Pinares arriba escucho la Misa Alemana de Schubert con la serena orquesta y las poderosas voces de solos y coro.


En el Mirador de los Robledos, se erige un monumento a los guardas forestales y este reloj de sol desde donde me quedo entre absorto y meditativo mientras el sol abraza cálido las cumbres primero, después toda la ladera de las montañas y la tierra entera para recordarnos que somos luz y fortaleza capaces de construir una tierra mejor para todas las personas y la naturaleza entera.

Suenan los remolinos saltarines del Arroyo de la Umbría y continúo aguas arriba por la Senda del Palero mientras la vegetación se va extendiendo y deja cada vez más visión de las montañas que rodean mi pedalada para que pueda sentir la respiración de las ardillas de todos los tiempos, el croar de las ranas antiguas, el crecimiento invisible de la naturaleza desde hace mil siglos.

Queda atrás la Lagunilla, la Sillada de Garcisancho, descanso un instante en el Cerrito Sarnoso (nunca entenderé tal nombre para este bello lugar) para contemplar Peñalara y la Cuerda Larga. Recorro el amplio sendero hasta la Sillada de Malabarba que me deja en la amplia explanada de Cabeza Mediana, amplios pastos rodeados de vivaces robles servirán para mi sosiego antes de regresar para el rezo de vísperas y asistir con unción a la Eucaristía de la RESURRECCIÓN del Amor Solidario que es compromiso social en este Domingo de Pascua.

La fotografía está en la amplia explanada y cima de Cabeza Mediana. Sed felices y buscad la PAZ, amables lectores. Os abrazo. 

Javier Agra

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