Las alas de mariposas ponen brillos de luz en el verdor de las llanuras cadenciosas, mientras las aves elevan nuestra mirada y nuestro corazón hacia las pendientes camino de las cumbres, en una sinfonía colorida y musical.
Mientras camino hacia las cimas voy pasando entre ramas diferentes, entre arroyos llenos de vida diminuta donde aún permanecen las ondas que dejaron hace algún tiempo los herbívoros que por aquí pasaron sin hacer ruido.
He visto también jabalíes y algún zorro, he sentido la presencia lejana del invisible lobo en su medio de caza mientras el azor y las grandes águilas cuidaban que no se marcharan sus presas.
He aprendido la austeridad del tiempo de la tierra. He permanecido en silencio muchas horas, en meditación y sosiego armonioso con la naturaleza entera para contemplar el desarrollo de la vida siempre con lentitud y calma, con seguridad y armoniosa paciencia. La TIERRA tiene ritmos de paz y abrazos de libertad.
La fotografía está tomada en un descanso en la Cuerda de la Vaqueriza camino del Pico Perdiguera, entre el sosiego y la felicidad. Al otro lado del valle que parte de Miraflores de la Sierra y termina en el Puerto de la Morcuera, vemos parte de la Cuerda Larga, Peñalara y otras cumbres más lejanas.
Javier Agra
No hay comentarios:
Publicar un comentario