martes, 15 de julio de 2008

He subido a la Maliciosa

Un paso más. El aire que se esfuerza por alimentar mis pulmones, está en la brisa que rodea el rostro. Serpenteando entre las piedras que rodean el vértice geodésico, noto la sonrisa de la llegada. Complicidad entre todos los montañeros que coincidimos en la cumbre. 
Hace más de dos horas que aparcamos el coche en la Barranca, al final del desvió que sale del kilómetro cincuenta y siete de la carretera de Colmenar a Navacerrada. Estas horas de la mañana, el tráfico de fin de semana apenas se mueve, ilusionados montañeros salen temprano de la ciudad, la gente de la bicicleta que también ha madrugado, todos el compás del coro de las aves y entre los colores de la vegetación, vamos contando los rayos de sol que se posan acá y allá con el ritmo de una sinfonía siempre inacabada. 
Subimos por el arroyo de las Tijerillas. La montaña es como la vida, a veces el caminar es risueño, todo resulta fácil; de pronto aparece una pendiente sin final, pero salimos a un collado con humedales y fescor; a veces el camino es constante, pausado pero constante; a veces urge una parada, tomar agua, ver el paisaje, mirar lejos, ver el espacio en su conjunto, merece la pena, seguimos. Y, por fin, el collado, la brisa acompañará a partir de este momento. Jose y yo con nuestras perras Munia y Pipa nos miramos con esperanza renovada: hoy si lo conseguimos.
Es importante la compañía, impescindible para el entusiamo en los momentos de duda: este es el mejor camino, ánimo nos espera la cumbre. La fuerza del grupo nos empuja hasta abrazar la cumbre. La comida común, un momento de sosiego. Y bajamos, ahora por el Collado del Piornal y el regajo del pez. Siempre encontramos otras personas con el esfuerzo en todo su cuerpo y la felicidad en todo su espíritu.
En la fuente de la Campanilla, descubrimos a muchos paseantes. Aquí termina el esfuerzo, ya solamente nos queda acercarnos al aparcamiento. Tomamos el refresco del tiempo y el café y nos volvemos a casa. Una gran jornada. Otro día os contaré más posibles subidas, todas confluyen en el gozo de la cumbre de la Maliciosa. 
Javier Agra

1 comentario:

  1. Bueno ¡qué suerte! te veo cerca delcielo abrazando el universo.Mi alma vuela con la tuya,eso tenlo por seguro y me invito yo misma a ir más arriba, más alto en mis pensamientos, emociones, sentimientos. Gracias por regalarnos a La Maliciosa.Pronto yo entraré a compartir mi blog. Un beso Elin

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