Aliste es una comarca
de Zamora siempre sugerente y misteriosa las más de las veces. He comentado sobre
La Raya, Los Arribes… hoy me detengo en Moveros, pequeña localidad –del tamaño
de una inmensa cantidad de los pueblos de Castilla y León– fronteriza con
Portugal, de renombrada cerámica popular, gente afable, concejos y hacenderas
vecinales, tranquila y sosegada población al fin por la que se puede discurrir
con serenidad de espíritu y de corazón.
Roquedos y
vida vegetal ensamblados con algarabía de pájaros acompañan el latir del
caminante en este paseo por algunas Fuentes de Moveros.
Como cada mañana, salí
a pasear acompañado de los dos perros del Bar por el Camino de las Fuentes. En
el mismo pueblo han embellecido algunas de las que antaño surtían de agua a las
casas. Salgo por las callejas más alejadas de la carretera por hacer llevadero
el camino y no interferir el libre deambular de los coches y los perros, dejaré
sin comentar la Fuente Grande y la Fontanina; continuamos por el camino de
Brandilanes, flanqueado de prados antiguos, de numerosos fresnos, innumerables
robles, algún salguero, roquedos asombrosos por su morfología más que por su
tamaño…
Llegado a los Carrascos
nos desviamos por una placentera senda que baja hasta “la ribera” entre urces,
carrascos, escobas y multitud de arbustos donde los gorriones y las lavanderas bailan
juegos de costura y escondite. Así llegamos a diferentes majadas en ruinas, hasta
el Molino Viejo que fue el último en ser utilizado. ¿Dónde estará la llave que
permita entrar a contemplar sus antiguos recuerdos?
Fuente de
Pocogobierno.
Aquí comienzan Las
Fuentes que las personas del pueblo recuperaron en una hacendera hace un par de
años. La Fuente del Pocogobierno aparece apenas cruzamos la ribera; cuentan que
algún trasgo juguetón entretenía su solitario ocio cambiando de posición las
piedras y el cauce del agua que colocaban los habitantes del pueblo. Así tenían
que reconstruirla constantemente, de ahí le viene el nombre.
Fuente primera de
Vivalón. ¿Chocolate esperas a que mane agua o continuamos?
Continuamos adelante,
los dos perros solazando su olfato y su carrera entre peñascos, el paseante
acompasando las pisadas al ritmo del corazón y del ensueño, hasta llegar a la
primera de las dos fuentes del Vivalón entre antiquísimas paredes de piedra,
trabajadas como cerca de huertas hace al menos trescientos años, cuando los
sembrados de cereal eran abundantes por estos pueblos.
Segunda Fuente de
Vivalón. Blanquito y Chocolate recorren el espacio entre la vegetación y los
recuerdos.
Más arriba, entre
senderos ocultos por tupidos robledales, limpiaron hace un año la antigua
fuente segunda del Vivalón que tuvo pecina para retener el agua y que pudieran
beber las vacas y los animales que por allí habitan en salvaje naturaleza y
vida libre. ¿Tendrá este nombre algo que ver con la viveza natural que aquí
florece? ¿Con la variedad de los vivos colores que aquí se contemplan? ¿Con la
alegre algarabía de diversos pájaros que alegran el corazón y elevan el alma?
Los Caños de la Jara están
llenos de luz presente y recuerdos de antaño.
En estos pensamientos
caminamos los dos perros y yo hasta llegar a Los Caños de la Jara. Hoy
solamente encontramos aquellos surcos marcados por el agua en la dureza de la
roca a lo largo de los siglos, hoy me siento para conversar con el brillo de la
piedra sobre la que está escrito el recuerdo de siglos y de gentes. Cerca de
estas amplias llambrias o láganas nacieron las primeras jaras que hoy se
extienden por todo el monte de Moveros y son escondite y manantial de la
abundancia de setas que dan vida al otoño de este pueblo.
Fuente de la Hormiga.
Un poco más allá se
esconde en un recodo del camino entre cercas de piedra y verdes prados, la
fuente de La Hormiga. Su nombre recuerda antaños tiempos cuando su constante y liviano
manantial regaba tenazmente las huertas pendiente abajo. Hoy tampoco esta fuente
tiene agua, pero su nombre permanece como homenaje al trabajo silencioso de las
gentes, del agua, del viento, de la naturaleza, de la vida…
Majada Chana entre
el ensueño y las vidas del pasado.
Majada Chana es la
última fuente de este recorrido de ensueño y vidas pasadas. Hoy de la majada
solamente permanece lo que fue prado comunal lleno de vacas y de ovejas hace
décadas, hoy batido por una suave brisa en este mar de hierbas altas rodeado de
jaras, de robles de escondida vida transformada.
Llego con los perros a
la laguna de Llamojeijo para que beban y se refresquen en un baño calmado antes
de regresar a Moveros, pueblo de Aliste en Zamora.
Javier Agra.