jueves, 5 de agosto de 2010

RECUERDOS DE PIPA (X)

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Yo creo que tiene que existir una conexión entre la emoción y la razón. He visto a los humanos demasiado ocupados en evitar que los engañen y al mismo tiempo con un corazón escéptico ante la posibilidad de la verdad. Pero – pienso en mis ratos a la sombra de los plataneros del parque – que la verdad tiene una mayor profundidad que estas simples capas de miedo y duda. La verdad, sin duda, tiene que ver con las emociones que fraguan la vida y con la razón que asienta el ánimo: ese ánimo asentado, la fuerza para luchar y buscar siempre la verdad ha de ser la síntesis entre la razón y la emoción.

Por lo demás este dos mil tres que se nos escurre entre los dedos de las patas y ante el que los ojos sueltan misteriosas lágrimas, ha sido un tiempo de importantes descubrimientos. He visitado la Sierra de Madrid numerosas veces, por fin nuestros compañeros de paseos – los que nos dan el pienso para la cena – se han puesto de acuerdo, con ellos visitamos la Buitrera en la Sierra de Ayllón; he subido ¡por fin! a Peñalara, cima y techo de Madrid; he conocido Siete Picos,  paisaje de hermosura sin límites; también la Peña Cebollera o Pico Tres provincias, lugares sobre los que no me extiendo pues están descritos en múltiples textos, incluso en este mismo blog de recuerdos y quehaceres diversos.

Aquí estamos, para siempre moviéndonos entre los pinos del Guadarrama, según voluntad fotográfica de María Moreno - a quien llamamos con cariño, María River -.

La cabra. Los chinos dicen que este es el año de la cabra y, a juzgar por lo que he visto en este mundo, no deben estar errados. Lula da Silva comenzó el año con la toma de posesión de la presidencia de Brasil que es un gran país en extensión. Pienso que para ser grande, todos necesitamos con urgencia de la meditación, pues con ella nos hacemos dueños del universo. ¡Ay, cómo quisiera que entendieran los humanos la importancia de pasar ratos con uno mismo! Serían una fuente cristalina que mana agua límpida para regar el erial del llanto y curar la desesperanza.

Para huir de la desesperanza huyen muchos de los habitantes de los lugares del olvido y cruzan en pateras hasta la península, o hasta que un huracán los engulle entre risotadas sin piedad. Recuerdo cosas maravillosas – a veces me pongo más terrible que un telediario – como el trasplante múltiple del aparato digestivo que hizo un hospital de Madrid a una adolescente, creo que fue el seis de febrero mientras los cristales de las llanuras castellanas lloraban hielo y barro. Casi tres meses después vino a España – por quinta vez – el papa Juan Pablo II: discutido y activo, estaba reciente su encíclica “Ecclesia de Eucharistia”, donde decía que la eucaristía crea y educa en la comunión y por eso es fuerza de transformación de la tierra y de los corazones hasta que la tierra sea de todos. El programa ya existe – añadía – es  el  de Jesús y su modo de vida trinitaria”


Ser perro tiene sus obligaciones. Aquí estamos conversando de filosofía con la gente que hemos llevado de paseo.

El mundo está lleno de accidentes “…veintinueve turistas mueren en Francia… choque de trenes en Zimbabwe con cuarenta muertos… explosión en Lagos con cuarenta muertos… catorce peregrinos en una avalancha en la Meca… Doscientas personas mueren en el incendio del metro de Daegu… y las guerras… y el virus del Ébola…”  Estos asuntos sin resolver y tienen cerebro para inaugurar un puente ¡de sesenta kilómetros de largo! “Puente Nuestra Señora del Rosario” en Argentina sobre el río Paraná.

Fernando Alonso ganó su primer gran premio, además fue el primer español que lo consiguió en la fórmula uno, el suceso deportivo ocurrió en el circuito de Hungaroning en Hungría ¡mira que tienen sellos bonitos las cartas de Hungría! Schwarzenegger resultó elegido gobernador de California, mientras Úbeda y Baeza eran nombradas patrimonio de la humanidad por la Unesco y Madrid inauguraba el Metrosur ¡Cuidado si será grande el mundo! ¡La de acontecimientos que coinciden ante la absoluta apatía de los humanos que tienen su frontera puesta en un espejo, solamente se miran a ellos mismos!


Se murió, ay, Chumy Chúmez. Murieron Gregory Peck, Compay Segundo y Celia Cruz, el gorila albino Copito de Nieve, Terenci Moix, Manuel Vázquez Montalbán, Roberto Bolaño y Dulce Chacón: “Muchas palabras han recorrido un largo camino a pie antes de conseguir sus alas”. Recuerdo ésta como una de sus grandes frases llenas de filosofía poética. Por asociación de ideas: estaba yo leyendo unos textos del filósofo británico Bernard Williams en torno a la verdad social y política, cuando me llegó la noticia de su fallecimiento.

Estoy aprendiendo a jugar con las pelotas de tenis, sin raqueta, solamente a fuerza de carreras… breves, pues siempre llego la última de todos los animales del parque. Os contaré un secreto: no soy en absoluto competitiva, me basta con llegar.

Javier Agra.

martes, 3 de agosto de 2010

AGOSTO

Agosto cabalga entre Leo y Virgo con pistoleras de plata. ¿Pensará, entre risas y recuerdos, disparar amapolas, llenar con sus brillos las plazas del mundo dónde se fabrican verbenas? Los campos están segados y las aceñas reciben el grano nuevo para fabricar las tortas – este invierno rebosarán de vida y comida las alacenas –. Van los carreteros masticando las últimas amapolas que sestean en el seco ribazo… “y sardónice es la piedra que cuadra con estos días” - me relata un mozo que va arreando el carro – “será por el amarillo que domina entre su color oscurecido”. Yo, que de esto se poco, le saludo agradecido.



Agosto me lleva del brazo por las llanuras segadas – en todas partes se escuchan canciones nuevas de codornices en fila familiar mientras miran a un lado y al otro antes de cruzar los viejos caminos por si pasa algún carro con sus cansadas vacas – y me cuenta entre misterios sus recuerdos de antaño: allá cuando las espadas repartían tierras y calendarios; eran los años de Octavio Augusto y sus triunfos sonados, entre clamores se adentra por la Vía Apia después de derrotar a Marco Antonio y Cleopatra; ¡pocos días tiene este Sextilis, yo lo quiero más largo! Y como los emperadores romanos podían cortar días – igual que cuellos humanos – decidió honrarse poniendo su nombre al mes de tales victorias.

Agosto cálido camina sediento por las calles y los prados – se están secando las fuentes entre los grillos musicales y las aves recién salidas de sus nidos –; dicen los refranes que está reñido con Baco y con Cupido, pues los calores que él mismo aporta no necesitan más colchones ni tabernas: “En agosto ni Venus ni mosto” Yo no comento este refrán que bastante tristeza encierra y donde llora el alma no se precisa dicción. Pero si los antiguos celtas lo dedicaban al dios Lugh y desde el primer día del mes lo llamaban lughnasadh será un mes festivo (tendremos que revisar nuestro refranero).

Agosto labrador y agorero nos traía las “cabañuelas” para indicar, según los doce primeros días, cómo resultaría cada mes del año siguiente. No temamos, por tanto, a este misterioso mes porque aún cuando los ríos sufren mayor evaporación, se condensa en nieblas y aguas para el futuro – el presente no es más que un punto en la corriente constante de los ríos que trotan sobre nuestras costillas arañando vida –. El sol caliente de agosto es “bueno para el azafrán, la miel y el mosto”. Entre siesta y siesta vamos pasando los días más calientes que van de Virgen a Virgen pero más tarde “por San Bartolomé, tormentas ha de haber” Y en agosto las tormentas son duras y violentas, seguramente por el miedo continuado a que se desparrame un violento pedrisco y se coma la fruta antes de madurar.



Agosto. He visto avecillas temblando de nieve en las cordilleras al mismo tiempo que hacen vuelos a ras de tierra buscando las escasas sombras y los pocos granos olvidados en los rastrojos de las mesetas. Todo es sudor o frio al mismo tiempo, porque la vida no tiene etiquetas. Ora es agosto embravecido y atronador – sepultura, ay, de tantos cuerpos frágiles entre la grava y el barro –, ora cálido y sosiego sobre una hamaca en sombras – mañanas al rumor de las olas entre el pensamiento y el paseo –, ora fuego entre la vegetación angustiada – antaño monte de vida agreste y hoy ruido silencioso de animales huyendo entre las trampas humanas –, ora sueño reposado entre la siestas del olvido – aquellos párpados que un día vieron salir la luna están sofocados entre las paredes de algún antiguo caserón –.



Agosto. Nombre viajero. He visto niños sin sueños y viejos sin brillo. He visto pistolas y estoques. He visto bosques y vida. Y con todos he conversado en silencio mientras gastaba, montaña arriba, las suelas de mis zapatillas – es decisivo restaurar fuerzas para encontrar el momento de arrancar, pues la calentura puede terminar por agostar los buenos deseos –. Sube, sube, siempre queda la cumbre de la vida.

Javier Agra.