lunes, 20 de noviembre de 2023

RÍO DUERO (y V)


“El agua tenaz, que talla las rocas gota a gota con secular trabajo, ha ido carcomiendo su lecho berroqueño y buscando salida entre revueltas y esguinces. A distancia nadie adivina el profundo tajo por donde el Duero corre; la ondulante llanada castellana parece ir a perderse suavemente, y sin solución alguna de continuidad, en las estribaciones de la sierra de la Estrella que cierran, hacia la parte de Portugal el horizonte. En uno de los repliegues del terreno se ocultan los profundos tajos, las abruptas gargantinas, los imponentes cuchillos, los terribles esfayaderos, bajo los cuales, allá en lo hondo, vive el Duero, ya espumarajeando las rocas que aún no han cedido a su labor terca, ya precipitándose en desniveles, ya deteniéndose un momento a descansar en angostos 122 remansos, ya, por fin, zumbando bajo las rocas, en las espundias”.

 

 

MIGUEL DE UNAMUNO en “LOS ARRIBES DEL DUERO” 1898

 

 

Nota: Esfayadero: precipicio en leonés antiguo. Todavía se puede escuchar por los pueblos de los Arribes.

 

 

Avanza el Duero como un labrador fatigado entre las tierras de cereal trabajadas con arado romano, como un ave solemne que busca su alimento entre los surcos volando quedo en la quietud del viento, parece que quiere hacer una parada en el embalse de Villalcampo. Es solamente una espera para recibir al anchuroso Esla que le lleva el agua de las montañas, es el afluente que más aporta al Duero pues va recogiendo a su paso otros ríos, arroyos y riachuelos, aquellos por donde chapoteaba yo en mi infancia entre los trabajos de niño y los juegos, aquellas aguas que ya para siempre acompañarán mis recuerdos.

 

 

 

Arribes del Duero

 

 

Después el Duero se lanza, muerde las piedras de sus laderas, escaba profundos hoyos en los Arribes del Duero. Aquí una roca caballera, allá un recuerdo de antiguas barcas para pasar entre dos pueblos… “El Salto del Gitano” puede situarse en diferentes lugares pues el Duero se estrecha y se ensancha entre farallones de rocas mordidas por el agua; cuenta la leyenda que uno de tantos que vivían como podían y acaso, a veces, buscaba sustento en propiedades ajenas era perseguido por la justicia, llegado al río no tenía otra alternativa que entregarse o saltar a la otra orilla y, dicen, que buscando un lugar más estrecho dio un salto tan firme y seguro que atravesó el Duero salvándose de este modo. 



El Puente de Requejo, conocido popularmente por Puente de Pino, de un solo ojo sobre la profundidad del Duero.

 

 

El Puente Requejo, que por allí llamamos “Puente Pino” porque cruza el Duero para unir las comarcas zamoranas de Sayago y Aliste por los pueblos de Pino del Oro y Villadepera, es una construcción en hierro con un solo ojo sobre el río que se inauguró en mil novecientos catorce.

 

 

El Duero avanza entre peñascos y quejidos hasta el Salto del Castro que sirve para la producción eléctrica; en esta presa empieza el Duero a ser frontera entre España y Portugal. Y continúa hasta Miranda do Douro por cuya margen se puede caminar en el GR 36 durante un largo trecho. Por aquí también se guardan restos de antiguos castros, recuerdos de peleas entre nativos pobladores y ejércitos romanos. Por aquí Viriato y sus huestes se escondían entre peñas y ribazos.

 

 


Arribes del Duero a su paso por Miranda do Douro.

 

 

Más adelante encontramos la presa del Picote, pueblo de Portugal de la freguesía de Miranda. Fermoselle, tierra áspera y hermosa, es la capital española de los Arribes. Fermoselle referencia del Embalse de La Almendra o Villarino en el río Tormes, lugar de historia y presente, en su término encontramos diferentes ermitas con magníficos miradores sobre los Arribes del Duero.

 

 

Recibe al Tormes, río que trae ciencia, sonido estudiantil, picaresca, plateresco, nostalgia… en la ribera española por el pueblo portugués de Bemposta que lo embalsa en otra presa. Pasado el Santuario e impresionante mirador de Nuestra Señora del Castillo, llega al Duero el río Uces con el nombrado Pozo de los Humos por el pueblo de Masuecos. Aldeadávila tiene otro gran embalse, el más productico en electricidad de la península. De esta localidad es la leyenda del Picón del tío Felipe pastor que vivió hace más de doscientos años; cada día pastoreaba con sus cabras por aquellos riscos, coincidía con frecuencia con una moza de Bruçó, pueblo vecino de Portugal, entra ambos se interponía el profundo Duero; cuentan que el pastor Felipe con sus manos y escasas herramientas escavaba la roca para conseguir hacer un puente que les permitiera reunirse. El final no está en la leyenda, pero supongo que por algún medio conseguirían matrimoniarse, como ocurre en la actualidad con numerosas parejas formadas por personas de ambos lados de la Raya.

 

 

En Saucelle, el Duero se adentra totalmente en Portugal después de ciento doce kilómetros compartidos con España. El Huebra que nace junto al Pico Cervero en la sierra de las Quilamas y más tarde recoge al Yeltes para caminar unidos hasta el Duero. El último afluente del Duero en España es el Águeda por Hinojosa de Duero y La Fregeneda por donde se accede al muelle fluvial de Vega de Terrón, ya estamos en Portugal y podemos comenzar a recorrer el GR hasta el Océano Atlántico por las orillas del Duero – Douro.  

 

 

 


Finalmente en Oporto el Duero se abraza para siempre al Océano Atlántico.

 

 

Ya en Portugal, en la región de Tras os Montes, el Duero recibe al río Coa en cuya desembocadura se encuentra un importante yacimiento prehistórico. A partir de aquí, el Douro es navegable y todos los embalses integran una esclusa de navegación y, muchos de ellos, una escalera para el paso de los peces. Allí nos vamos encontrando los embalses de Pocinho en Vilanova, Valeira en San Joao de Pesqueira, la Presa de Régua, en Vila-Real, Presa de  Carrapatelo, en Oporto. La primera que construyó Portugal en el Duero y la Presa Crestuma-Levar en Oporto.

 

 

Finalmente en Oporto, en una anchurosa bahía, entre fados y suaves olas, el Duero se abraza para siempre en el Océano Atlántico llevando sueños y vientos de sierras y de llanuras, alumbrando en los ojos del agua pinos, trigales, tierra árida y viñedos.

 

 

Javier Agra

 

 

 

domingo, 19 de noviembre de 2023

RÍO DUERO IV

El Duero. Las aceñas de Zamora
el cielo luminosamente rojo.
Compañeros. Escribo de memoria
lo que tuve delante de mis ojos

Por los puentes de Zamora,
sola y lenta, iba mi alma.
No por el puente de hierro,
el de piedra es el que amaba.
A ratos miraba al cielo,
a ratos miraba el agua.
Por los puentes de Zamora,
lenta y sola, iba mi alma.

BLAS DE OTERO “Aceñas” en el libro “Pido la voz y la palabra”


Laguna de Fuentes Carrionas. Por aquí comienza su andadura el río Carrión,  muy cerca el río Pisuerga nace a las faldas del pico Valdecebollas en el Parque Natural de Fuentes Carrionas en la Montaña Palentina.  

 

El Rio Duero recorre tierras castellanas por Quintanilla de Onésimo donde se inicia el Canal del Duero para llevar agua a Valladolid; Sardón de Duero con historia de monasterios y abades,  olivos, cereales y renombrados molinos, hoy tiene una interesante central eléctrica; Tudela de Duero recogido en un meandro del río, entre abundante y frondosa vegetación antes de toparse con las murallas de Tordesillas. En el río Cega recoge aguas de Guadarrama y del Puerto de Malagosto en el arroyo Pirón. El Pisuerga que nace en la Montaña Palentina recibe en  Torquemada al Arlanza y en Dueñas el abrazo del Carrión que trae sus aguas desde Fuentes Carrionas en la anchurosa y fértil montaña palentina para caminar unidos hasta el Duero. Mucho antes, en Alar del Rey, del Pisuerga nace el Canal de Castilla para regar una ingente amplitud de terreno.

 


El río Eresma en sus primeros pasos en las Pesquerías Reales de La sierra de Guadarrama en Segovia.

 

Poco antes de Tordesillas, el Duero acoge las aguas del Adaja al que antes había llegado el Eresma cerca de Valdestillas. El Zapardiel  se une al Duero pasado Tordesillas. El Bajoz más conocido por sus buenos vinos que por su escasa agua. Ríos de mi lejana niñez cuando, en la escuela de Acisa, los cantaba señalando con un puntero la cuenca del Duero; cuando me hice mozo y recorrí parte de la geografía con la mochila y el saco de dormir las más de las veces, comprendí que en España llamamos río a lugares donde no siempre corre el agua.

 

He aquí más versos del poema de Gerardo Diego al Duero:

No quiere ver en tu espejo / su muralla desdentada. / Tú, viejo Duero, sonríes  / entre tus barbas de plata, / moliendo con tus romances  / las cosechas mal logradas. / Y entre los santos de piedra  /  y los álamos de magia / pasas llevando en tus ondas  / palabras de amor, palabras.

 

En Castronuño el Duero dibuja una amplia curva y se aquieta en el Embalse de San José desde donde sale la vida de sus aguas por el Canal de San José para regar las tierras hasta Zamora. Recibe por allí al Hornija que permite de un salto llegar de Valladolid a Zamora.

 

El Duero a su paso por Toro, desde la Plaza del Espolón.

 

Más allá entra en Toro para fertilizar una amplia vega entre llanuras, monumentos e historia. Toro, tierra de vacceos, de Doña Urraca, de la Beltraneja y la reina Isabel, de Comuneros… Citado por Góngora, Quevedo o el Arcipreste de Hita… Tierra de vino abundante y exquisito… Declarado Patrimonio Conjunto histórico-artístico desde mil novecientos sesenta y tres. Por su izquierda acaba de desembocar el río Guareña con el agua que ha recogido a su paso en un entramado de arroyos con desigual cauce según las lluvias.

 

Entre aromas de vino y cereales, el Duero cabalga hasta “Zamora, la bien cercada / de un lado la cerca el Duero / del otro, Peña Tajada, / del otro la morería; / una cosa muy preciada” cantaba el Romance de Doña Urraca. Zamora ya era conocida como Ocellum Duri (los ojos del Duero) por el latino Antonino.

 

Lorca en “Impresiones y paisajes” (1918) describía Zamora: “Pasa el río por Zamora, verde y manso. La enorme calva bizantina del cimborrio se mira en las aguas profundas…pasan lentas las barcas sobre las ondas… Las iglesitas románicas descienden por las callejas hasta el río… Éste va lentamente arrastrando su gran prestigio de evocaciones históricas al sonido grave y suave que produce”.

 


El Duero a su paso por Zamora, con las aceñas de Olivares.

 

Primero fue el Puente Nuevo,  puente de piedra con sus dieciséis arcos, allá en el siglo doce, desde el que se controlaba el trasiego y en el que se cobraba el pontazgo;  acaso para sustituir al puente Viejo también llamado de Olivares del que apenas quedan unos restos. En mil novecientos se inauguró el puente de Hierro que sale hacia Salamanca; puente del Ferrocarril de mil novecientos treinta y tres; el puente de los Tres Árboles de mil novecientos ochenta y nueve reconstruye en sus veletas las imágenes de “El Peromato” y “La Gobierna” de aquel primer puente; el puente de los Poetas del dos mil trece.

 

Unamuno, Blas de Otero, Agustín García Calvo, Claudio Rodríguez que bautizó el río con el nombre de “Duradero” han cantado al río que pasa por estos pagos. Acaso el más conocido es el poema de Gerardo Diego que he ido desgranando en diferentes entradas y del que aquí escribo los últimos versos: “Quien pudiera como tú / a la vez quieto y en marcha /cantar siempre el mismo verso / pero con distinta agua.  / Río Duero, río Duero / ya nadie a estar contigo baja / ya nadie quiere atender / tu eterna estrofa de agua / sino los enamorados / que preguntan por sus almas / y siembran en tus espumas /palabras de amor, palabras”. 

 

Recordad, amigos lectores, cuando visitéis Zamora, que estáis contemplando la ciudad que tiene el más rico patrimonio arquitectónico románico reunido en una sola urbe.  

 

Javier Agra.

 

 

jueves, 16 de noviembre de 2023

RÍO DUERO (III)

¡Oh!, sí, conmigo vais, campos de Soria,

tardes tranquilas, montes de violeta,

alamedas del río, verde sueño

del suelo gris y de la parda tierra,

agria melancolía

de la ciudad decrépita,

me habéis llegado al alma,

¿o acaso estabais en el fondo de ella?

“CAMPOS DE SORIA” ANTONIO MACHADO

 

Estamos en San Esteban de Gormaz. El puente sobre el Duero era paso natural para unas y otras tropas, desde la altura del castillo se divisaba en lontananza el movimiento de los ejércitos de uno u otro signo; allí frecuentes refriegas y asedios, allí numerosas derrotas y triunfos. 

 


El castillo de San Esteban de Gormaz, del que solamente queda la amplitud de esta pared  de muralla que aquí veis, fue el más extenso de toda la frontera entre los dos reinos, sufrió numerosas batallas y pasó a pertenecer alternativamente a los dos grandes ejércitos –musulmán y cristiano–  durante más de doscientos años.

 

Tiene San Esteban de Gormaz su propia leyenda, la del caballero cristiano Fernán Antolínez, con el sobrenombre de ¡Pascual Vivas! Narrado en las Cantigas de Santa María (LXIII) de Alfonso X El Sabio. Un día que iba a entrar en batalla a las órdenes del Conde García Fernández pasó previamente a escuchar misa en el convento de Nuestra Señora del Rivero, tan absorto quedó en sus oraciones durante tanto tiempo que cuando salió ya había tenido feliz desenlace la batalla. Pensando él que sería tildado de timorato por no haberse presentado en el campo de la guerra, resulto que todos lo aclamaron como héroe vencedor al grito de: ¡Viva, por tu heroica pelea hemos tenido feliz día de Pascua! y le presentaron sus armas magulladas de tanto repartir mandobles al enemigo. Había sido un milagro de Santa María, que peleó en su lugar mientras él oraba.

 


Desde el otero del Castillo, contemplamos el Puente sobre el Duero y las llanuras sorianas de San Esteban de Gormaz.

 

Por aquí pasa en la actualidad “El Camino del Cid” que siguió esta ruta en su marcha cuando fue desterrado de Castilla. San Esteban de Gormaz es un lugar de leyendas, de pasado, allí se celebraron en mil ciento ochenta y siete las primeras Cortes de Castilla, y de presente. Llegados a San Esteban de Gormaz ya estamos en las tierras del renombrado vino del Duero.

 

Plácido y sosegado avanza el Duero hasta Aranda de Duero donde recoge las aguas que bajan desde la sierra de Huerta del Rey entre pinos y enebros donde beben ardillas, perdices y buitres y desde Clunia habitada por los arévacos antes de que Roma la hiciera gran ciudad y nudo de diferentes vías de su comunicación, recogidas en el Arandilla. 

 


Santa María la Real de Aranda de estilo gótico. En su portada destacan los cuatro Santos Padres de la Iglesia de Occidente: San Ambrosio, San Jerónimo, San Agustín, San Gregorio Magno.

 

Aranda de Duero tiene pasado romano, medieval, renacentista; sus numerosas bodegas subterráneas construidas en el Medievo para albergar el vino constituyen un presente de cultura y turismo. Aranda está muy vinculado a la literatura y en el cine, Larra vivió aquí algún tiempo durante su juventud, Pio Baroja nombra la ciudad en diferentes textos de sus obras. En Aranda suenan los versos de Rafael Alberti en “La amante”: “¡Castellanos de castilla / nunca habéis visto la mar! ¡Alerta que en estos ojos / del sur y en este cantar / yo os traigo toda la mar! / ¡Miradme, que pasa el mar!”

Continúa el Duero recorriendo estas tierras de vino, literatura y misterio para llegar a Roa de Duero y recoger poco antes algunas aguas que llegan desde las sierras de Segovia por el río Riaza. En Roa tiene su sede el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Ribera del Duero en un precioso edificio del siglo dieciséis donde estuvo el Hospital de San Juan Bautista.

 

 Aquí otro poema de Alberti en “La amante”: “Otra vez el río, amante, / y otra puente sobre el río. / Y otra puente con dos ojos / tan grandes como los míos.” También Camilo José Cela escribe en “Judíos, moros y cristianos”: “Entonces la historia de España era como un puchero que hervía, y Roa fue uno de los garbanzos más traídos y llevados”.

 

Peñafiel de calles empedradas y sabor a historia, germen de los vinos Ribera del Duero; desde su castillo compuso el infante don Juan Manuel “Cuentos del conde Lucanos”, por aquí resuenan textos literarios de Miguel Delibes. Recibe las aguas del río Duratón que desde Somosierra lleva la mística de lugares de ensueño, los primeros vuelos de los buitres en sus peñascos…

 

Javier Agra.