miércoles, 12 de agosto de 2015

LONDRES: LA MONTAÑA DE WILLIAM BLAKE





“Para ver el mundo en un grano de arena…
Vive en el amanecer de la eternidad”.
William Blake

La fina llovizna de Londres permite pasear por la ciudad y sus parques sin ninguna preocupación. Todos saben que el agua mantiene viva y verde la hermosura de sus colinas. Nosotros también salimos despreocupados para visitar el bullicioso mercado de Camden donde todas las culturas y las nacionalidades, todos los alimentos y las bebidas, todos los tejidos y los colores conviven en un trasiego constante y festivo. Durante la noche todas las músicas y armonías del mundo se instalan en sus pequeñas tabernas y en sus calles. Lo vimos, lo gozamos y salimos para encontrarnos con la montaña de William Blake poeta, pintor…polifacético artista que vivió la segunda mitad del siglo dieciocho y parte del diecinueve.



Desde el mercado de Camden nos adentramos en el delicioso paseo de Regent’s Canal, lejos del tráfico y el murmullo de las multitudes. Esta antigua vía de comunicación a través del agua es hoy un lugar de sosiego y belleza para el paseo. En el agua espejean sonrisas y amores de todos los tiempos, en el agua nuestro deseo de paz para que el agua la extienda por la tierra.

Abandonamos el musitar del tiempo en las pausadas aguas del canal y salimos hacia Regent’s Park entre la soledad y la vegetación. Un sendero apunta hacia lo más alto de este altozano con una preciosa y sencillísima construcción dedicada a William Blake. En este lugar ocupaba, nuestro autor, parte de su tiempo escribiendo, diseñando posteriores trabajos, contemplando una buena parte de la ciudad de Londres.

La verde colina ríe del estrépito que hacemos;
los prados ríen con vívidos verdes.
William Blake


Hoy no hacemos estrépito aunque nuestro corazón ríe y ríen los prados y la vegetación y la vida entera. Paseantes de la bella ciudad, descendemos de la Colina de William Blake entregados a su misma búsqueda de belleza y libertad, a su constante trabajo. Vendió multitud de ilustraciones, fundamentalmente de pasajes de la Biblia, también de textos de otros poetas. Despacio baja el poeta grabador conversando a nuestro lado; así nos enteramos de su muerte el doce de agosto de mil ochocientos veintisiete y enterrado en la fosa común número diecinueve por unos pocos chelines. El poeta grabador comunica su riqueza en la constancia de su trabajo y en el esplendor de su obra. Él mismo nos comentó que en la cripta de la Catedral de San Paul podremos ver una placa en su memoria.

Como habíamos quedado con William Blake, en un paseo bajo la amenaza de lluvia y la certeza de paz entre el canto de las aves, visitamos la Catedral de San Paul, de extraordinaria belleza. Participamos en la eucaristía y empleamos mucho tiempo en recorrer este espacio de sosegada grandeza. En la cripta está la placa en recuerdo de William Blake.

Mucho podría contar de esta hermosa catedral. Pero con más tiempo lo podréis estudiar en multitud de guías de turismo. Me quedo con el silencio, la paz, el espacio libre, la calma, la ilusión, el empuje hacia la búsqueda de un mundo más bello para que todas las personas y la naturaleza entera puedan ser más felices.

Javier Agra.


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