domingo, 14 de julio de 2024

ESTAMPAS: AMANECE

 



He salido hacia la montaña en cualquier pueblo de la meseta castellana nombrada con diversidad de apellidos y lugares, porque los nombres acaso los improvisamos los humanos para diversificarnos o para sentirnos de algún espacio que podamos controlar con la mirada, que podamos abarcar con nuestros pasos. Pero el espacio en el que amanece no tiene sino un nombre común a todas las personas de toda la tierra. 

En esta instantánea tú eres quien hace la fotografía, porque tú eres quien ha madrugado para ponerte las botas de montaña o las zapatillas de paseo, has cogido la gorra protectora y el cayado para apoyar tu marcha; tú, quien ha salido del cobijo caliente de la cama y sus sueños para caminar por estos senderos de la tierra siempre hacia adelante como quien busca agua de otras fuentes, orilla de los mares, cumbres de lejanas montañas. 

La avena fatua elevada sobre tu altura, del primer plano, está llegando a su madurez para extender sobre la tierra su semilla, promesa de futuro. En el daguerrotipo que va más allá del tiempo de la toma de la imagen puedes aspirar el aroma perfumado de la mañana tibia, puedes cerrar los ojos y escuchar el canto cadencioso de la codorniz en las campas cercanas mientras reclama a sus crías que abandonen el nido y comiencen la recolección de la mañana. 

Sobre el fondo, los pequeños robles, nombrados como rebollos, rebollas, trampas, carvallos, quejigos... según diferentes lugares, parecen encender sus hojas con la primera luminosidad del amanecer que lame sus ramas más altas mientras el árbol entero salta sobre la tierra para salir de la penumbra de la noche donde aún dormitan los pájaros más rezagados y las lagartijas aún ateridas por el rocío de la noche. 

El cielo, brillante e iluminado, llena de colores y espacios de vida la escena en pinceladas de nubes y acuarelas recogidas en el enfoque de la cámara. Colores que quieren expandirse por la tierra y llevar su mensaje luz y victoria más allá de este amplio dominio de tu vista, donde el agua cruza océanos y habla otros idiomas, donde la esperanza de progreso está aún dormitando en desigualdad y temores; la luz del cielo que quiere llenar la tierra de libertad y de PAZ... 

Javier Agra. 

2 comentarios:

  1. Por un lado envidio esos paseos tempraneros al amanecer. Por otro, me estoy volviendo vaga, algo más trasnochadora ahora que puedo, y me cuesta levantarme antes de las ocho y media. Me pierdo esos amaneceres fresquitos, pero disfruto con los atardeceres cálidos. Un abrazo.

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  2. Sé que saboreas la vida y disfrutas de la sencillez. Gracias por leer este blog.

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