miércoles, 8 de julio de 2009

MONDALINDO - PEÑA NEGRA

¿Carrera de relevos? ¿Reflexión? La verdad es que nuestros perros encuentran el goce de vivir en las cosas pequeñas.

Estamos en la cumbre de Peña Negra (el Mondalindo tiene dos cimas...) Harto hemos salido Jose y yo a lo largo de este blog. Hoy la presencia es para nuestras compañeras de montaña: Merche, Montse, Ana y Olga. Suya fue la gloria de la victoria.



La historia de nuestras subidas a la sierra comenzó hace varios años. Paseábamos un nutrido grupo de personas con nuestros perros; entre paso y paso, la conversación nos abría el corazón hacia la vida y las aficiones. De esas tardes han salido diversas y recordadas actividades. Así retomamos la montaña como lugar de vida y sosiego. Con más frecuencia vamos solos, pero también están los días en que nos acompaña gente agradable.

En esta ocasión, la comitiva la formábamos seis personas y cinco perros. Brillaba el sol como sabe hacerlo cuando la felicidad ilumina sus mofletes, la sierra se puso su verdor de gala, quería quedar bien con este venturoso grupo de la "Peña Perruna".

Esta vez comenzamos a subir desde Garganta de los Montes. Remozado pueblo del valle del Lozoya, frecuentado en sus calles y apenas hollado en sus montes. La brisa era el temblor de nuestros corazones al despuntar el sol entre los prados. ¡En marcha! Porque la vida es marcha. Así superamos los breves desmontes que nos llevan hasta el pinar. ¡Cómo relumbra en verdes y rojos! La luz es asombro para los pintores y los poetas; la luz es palmada de ánimo para los caminantes. El corazón del montañero esta hecho de luz y sosiego.

Una parada para beber y un asiento para compartir la barra energética. Los pinos y la hierba agradecen nuestra visita, sonrientes nos saludan con un invisible movimiento de ramas, con un acompasado baile de troncos, susurran palabras de aliento que caldean el corazón de los montañeros. Acaso sea el calor de la acogida, de sabernos parte de la misma tierra con las plantas, las aves, el agua y las fieras, lo que nos hace sudar; más, incluso, que el esfuerzo de la lenta marcha hasta la cumbre.

Se han terminado los pinos. La cresta del Mondalindo es amplia. Hoy iremos hacia Peña Negra que tiene más pinares para bajar entre la sombra. Luego, en la acequia, nuestros perros se bañarán sin prisa, como con desgana y nosotros nos sentaremos a la sombra de alguna zarza sabiendo que el día ha sido aprovechado porque hemos ganado vida para el espíritu y la esperanza.

El la plaza hay un bar, en el bar una terraza, en la terraza una mesa y en la mesa unos refrescos que nos aguardan. La conversación se hace suave, los ojos agrandan la mirada, la jornada compartida hace imposible la fatiga porque hemos salido reforzados de la montaña y nuestros corazones son ahora uno que late son seis campanas. Mientras, dormitan nuestros perros a la sombra de las sillas, sujetos al sueño de una esperanza.

Javier Agra.

1 comentario:

  1. Estoy haciendo una campaña para recabar donativos para mi proyecto de minibiblioteca comunidad y otras actividades para niños,niñas y adolescentes ne mi comunidad que carecen de aqui en Rio de Janeiro,necesito ayuda de todas las personas de buen corazón,se puede donar 5,00 a 20,00,las donaciones se enviaron cartas(correspondencia). Mi comunidad es muy pobre y la necesidad de donar ayuda. Para enviarme un correo eletrónico daré la dirección de correo eletrónico remessa. Meu: asilvareis10@gmail.com , Ayudarme ayudar a mis hijos. Faça una visita a mis blogs: Eulucina.blogspot.com ,me agradecida. Que DIOS nos bendiga a todos.

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