Aquí
arriba, la Pedriza, que es paz armoniosa, silencio meditativo; entre tanta
desordenada piedra me acuerdo de la cantidad de ocasiones en que pretendemos
comenzar a construir sin desescombrar los despojos de nuestros días de
adversidad; así, los cimientos no pueden calar y edificamos sobre despojos para
asistir posteriormente a nuevos derrumbamientos; ¿será acaso que no sabemos qué
queremos edificar? ¿Tal vez sea mejor dejar inconclusa de morada para se
derrumbe por efecto del vendaval y la nada?
La tercera de las Torres de la Pedriza, es la más alta.
Pero
esta mañana de luz en plenitud de cielo y futuro, quiero que paseen con
nosotros todos los que se han quedado sin cimientos y aún les han arrebatado
hasta el suelo para poder hacer raíces, aquellos nombrados como “no sois nada”
porque les han comido sus posesiones y sus sueños. Aquí, en la Pedriza, los
montañeros queremos desmantelar la terrible soledad desde nuestra soledad
sosegada, queremos llenar de contenido las mentes de aquellos a quienes
solamente les queda el llanto, los que ahora tenemos la mente libre recorriendo
caminos de calma creadora.
Desde
estas silenciosas cumbres de la Pedriza, se oyen rencores de gente amarga,
infeliz, temerosa; y nosotros hacemos paso a paso un camino inverso para
sembrar semillas de paz, de gozo, de valentía; sobre nosotros vuelan los
buitres que engañan y quieren tragarse a otras gentes y otras aves – por
supuesto, son minoría –, pero nosotros continuamos lentamente escuchando el
sonido suave de las aves voluntariosas que entregan su tiempo a la
construcción, su canto armonioso a la relajada convivencia.
Entre las rocas que hacen de retablo al Comedor Termes.
¡Aquí
en las cumbres de silencio! ¡Aquí entre los informes bloques de inmensas rocas,
están las emociones diminutas! ¡Aquí en el silbido silencioso del viento se
escuchan también los bramidos terribles de la violencia! Hoy las Torres de la
Pedriza laten con los millones de rojos corazones que hemos dejado allá abajo
en el llano, donde la mirada se rompe con los muros infinitos e invisibles que
rodean a cada persona; aquí en lo alto, desaparecen las murallas y se ensanchan
los pensamientos hasta formar un solo abrazo con toda la naturaleza y con el
universo entero.
Post
texto (concepto que tal vez no exista o tal vez sea de recientísima creación): Era mi intención describir paisajes y naturaleza y me he encontrado con estos
posos en mi corazón; no desesperes, amigo lector, retomaré el título y
escribiré lo que concierne a este blog (hoy me ha capturado el sentimiento y es
su voluntad quien tomó la pluma).
Javier
Agra.
¡Esas sí que son buenas esculturas!.Saludos.
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