He aquí un poema,
escrito sin rima pero con sentimiento, para felicitar la Navidad a cuantos leéis
mis textos.
La historia
cuenta que era Belén…en tiempos remotos y momentos de malos augurios: lejos de
casa, una madre joven, soledad de la pareja, sin sueldos ni pagas extras, un
mundo de soledad…Y de pronto aparece en el cielo una señal de luz nueva que
continúa anunciando “gloria a Dios” porque se acerca “la paz para los hombres
de buena voluntad”.
Porque donde
parece que se termina el camino, se abre la inmensidad. (La foto es de la Cuerda Larga, en la Sierra de Madrid, un día de otoño)
Gabrielillo de
la Sierra
se ha dejado las
alas mullidas
y camina en
alpargatas
por las tierras
de Castilla.
Lo ha visto la
Virgen Segadora
que da vueltas
sobre el trillo;
le ha contado
que tendrá un niño
lleno de
libertad y de Espíritu.
Epifanía de los
obreros
entre verdes
olivos y alcornoques fieros
tez morena de
carbón y de cemento
corazón de
viñador y de pimientos.
La Virgen
Segadora con José Carpintero
emigraron a
otras tierras
perseguidos por
Herodes Hambriento
y viven en casa
de arriendo.
Navidad de
felicidad y contento
un niño baja del
cielo
con mazapán de
trabajo
y con turrones
de progreso.
Javier Agra
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